martes, 3 de julio de 2012

SEGUROS PRIVADOS Y SEGURIDAD SOCIAL

Como ya he escrito esta mañana hoy he estado "de visita" en el centro de salud de mi ciudad para pedir algunas recetas para cosillas de andar por casa. 

Veo colgado en la puerta de la consulta un cartelito informando de que no se recetarán medicinas que venga prescritas por médicos ajenos al Servicio Andaluz de Salud. (Pena que no he podido hacer una fotillo decente)

El caso es que ya dentro de la consulta le comento al médico sobre el cartelito de la puerta y él trata de justificar la medida diciendo que si tengo dinero para pagar un seguro privado también tendré dinero para pagarme las medicinas. (Razonamiento patético y lamentable donde los haya, en especial viniendo de un profesional de la medicina). Este buen señor no entra a valorar si para mantener un seguro privado tengo que privarme yo y los mios de alguna otra cosa, privación que hago gustosamente porque invertir en salud es invertir en un valor seguro.

En cualquier caso, es evidente que, en un primer momento se puede pensar lo que ha pensado esta persona, pero claro, resulta que, efectivamante tengo un seguro privado que me pago de mi bolsillo porque quiero, y no es un seguro para ir a visitar el médico cuando esté con dolor de cabeza, no, ni mucho menos. Lo pago porque si necesito (yo o mi familia) una prueba médica de importancia en la Seguridad Social tengo que esperar meses, mientras que en el seguro privado solo tengo que esperar días.

Me resulta un poco demagógica la explicación dada por el médico, médico que sabe sobradamente que de mi nómina me retienen una parte para cubrir los gastos médicos a los que TENGO DERECHO y creo que ese derecho me ampara para pedir una receta, a pesar de lo que pueda pensar la Administración.

Por mi parte no hay problema, en lugar de pagar dos veces por lo mismo me dedicaré a saturar los servicios sanitarios públicos y así no tener problemas con las recetas, servicios sanitarios que ya están saturados sin tener que ir yo, saturados por la incompetencia de una administración que permite que los pensionistas que no tienen nada que hacer (y lo digo desde el mayor de los respetos) se dedican a coger citas a las 6 de la mañana para después venderlas a precios que van entre 5 y 10 euros...pero eso no lo persigue nadie.

Parece ser que no se quiere valorar el hecho de que mi familia acuda a una compañía privada solo supone beneficios al sistema de la Seguridad Social, beneficios en el sentido de que no gastamos recursos en acudir a que nos hagan exploraciones o pruebas médicas dejando nuestro sitio a otras personas y pagando DOS veces por el mismo servicio.
Porque curiosamente se da el caso de que en su día intenté salirme de la Seguridad Social (podréis pensar que es una locura, pero en su día no me lo parecía, ahora quizás si) pero fue esta Administración la que me dijo que no era posible porque trabajaba por cuenta ajena, es decir, o pago o pago, con independencia del uso que haga de ella.


Si el mismísimo personal sanitario comienza a pensar de esta forma mal vamos en esto de los recortes.

Yo por mi parte seguiré acudiendo a que me receten cuando lo crea necesario, ya veremos con quien me toca pelear.

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