viernes, 27 de julio de 2012

ENTREVISTAS DE TRABAJO


Una de las cosas de mi trabajo que me suponen un mayor esfuerzo es el tener que ser el entrevistador de los posibles candidatos a un puesto de trabajo cuando por necesidades de exceso de trabajo, bajas o vacaciones se hace necesario contratar temporalmente a una o varias personas.

Hoy ha sido precisamente uno de esos días en lo que me veo en la tesitura de entrevistar a 3 personas que optan a un mismo puesto de trabajo y de las que solo se puede quedar una (vamos, más o menos como en Los Inmortales)



Ante la situación económico - social que estamos viviendo, cuando se piden candidato siempre nos manda ya personas con experiencia en el puesto al que optan (hoy por ejemplo se trataba de un conductor para camiones), con lo cual, experiencia a parte, nos fijamos en la situación económica y familiar de los candidatos como herramienta para baremarlos y por tanto escoger a uno de ellos.

Siempre que paso por este trago me quedo con la conciencia muy tranquila al haber tratado de ayudar al que, con los datos que tenemos, posiblemente sea el que más lo necesite. Pero no dejo de pasar después algunos días dándole vueltas al coco acerca de si habré acertado o por el contrario alguno de los descartados estaba en una situación peor y no lo hemos visto...

A diario llegan personas a las que en su mayor parte conozco desde hace años, preguntando por la posibilidad de entrar a trabajar una temporada. Muchas de estas personas se con certeza que están en situaciones extremas pero a todos los tengo que informar que los procedimientos de contratación están fijados por el Consejo de Administración y todos se quedan pensando en si será verdad lo que les digo o simplemente utilizaré eso como excusa. Lo cierto es que es totalmente cierto, pero confieso que es una excusa que me quita bastantes malos tragos...es tremendamente violento que una persona, incluso mayor que yo llegue a tu despacho o te pare por la calle y se ponga a explicarte su situación con lágrimas en los ojos y, yo en este caso, no tenga capacidad para hacer absolutamente nada por ayudarle.

Entiendo que es otra faceta de mi trabajo, pero no puedo menos que odiarla y temerle al mismo tiempo. Y lo peor es que el que es rechazado pensará mal de ti casi con total seguridad, lo que ante la tensión que posiblemente estén soportando es algo comprensible y creo que excusable.

...Muy buenas...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta, opina, pero por favor, respeta