Bueno, hoy toca poner en práctica mi tesis de que el repago farmaceútico (copago según los gañanes que tenemos en la política) en nuestro caso concreto supondrá un ahorro.
Tenemos cita a las 13.05 y una lista de medicinas de uso común que todo el mundo tiene en casa para que nos recete; ya sabéis, para el dolor de cabeza, los golpes de tos, etc. En concreto queremos que nos recete (al lado el precio de venta) lo siguiente:
- Ferbisol: Precio normal (13.57 €) Precio subvencionado (6.79 €) Ahorro (6.78 €)
- Eutirox: Precio normal (2.78 €) Precio subvencionado (0.28 €) Ahorro (2.50 €)
- Ibuprofeno: Precio normal (1.97 €) Precio subvencionado (0.99 €) Ahorro (0.98 €)
- Enantium: Precio normal (6.68 €) Precio subvencionado (3.34 €) Ahorro (3.34 €)
Teniendo en cuenta que, antes, para adquirir estas medicinas no íbamos al médico se deduce que pagábamos 25.00 €; pero ahora, ante la obligatoriedad de ir por la receta hemos pagado 11.40 €, es decir, nos hemos ahorrado 13.60 €
Vemos pues que el experimento ha resultado exitoso...
Lo dicho el que pensó en esta fórmula no pensó en los usuarios de seguros médicos privados que, en su mayor parte, lo tienen para las cosas de más importancia de forma que las pruebas médicas que en la sanidad pública pueden tardar meses en la privada se hacen en cuestión de días, pero la mayoría no lo tienen para médico de familia porque la mayoría también tenemos Seguridad Social.
Si es cierto que tienen orden de no recetar medicamentos que estén prescritos por médicos de compañías privadas, aunque cuando la prescripción sea la del genérico, habrá que ver si se receta o no.
Lo dicho, un auténtico lumbrera el que pensó esto.
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