jueves, 2 de agosto de 2012

NOS FALTA VALOR

Cada día que pasa la situación general de los que estamos al pié del cañón y que somos quienes realmente podemos sacar de la crisis a este país se hunde más y nuestro número se reduce mas y mas. Evidentemente se dará ustedes cuenta de que hablo de los trabajadores; pero trabajadores de verdad, sin distinción de categoría profesional o de si se trabaja en lo público o en lo privado.

Pero por mas que la situación empeora no veo reacción real de nadie (y yo me incluyo el primero). Tenemos que reconocer que nos falta el valor necesario para salir a la calle a protestar y pedir la cabeza de los culpables de todo esto. Estamos aborregados en nuestras casas, puestos de trabajo o detrás de nuestros teclados, lanzando sapos y culebras por la boca y las teclas pero sin adoptar medidas de presión reales que de verdad obliguen a recular a aquellos que cada día hunden más la situación.

Llegará un punto en que tanto habremos reculado que ya resultará imposible salir del agujero porque en cada intento volveremos a resbalar y nos volveremos a caer al fondo del mismo.

Todos somos trabajadores, empleados públicos y privados y a unos más que a otros nos están jodiendo el trabajo y la vida y de forma indirecta la familia (ese elemento funcional tan importante para el PP...aquí se ve su interés), porque las tensiones en nuestra vida y en nuestro trabajo, afectan si o si a nuestra familia, ya sea porque nuestra economía no alcanza o porque el estrés que soportamos a diario estalla en el momento más inoportuno contra inocentes como pueden ser nuestras parejas o nuestros hijos. ¿Quién no ha soltado un improperio a alguno de ellos en alguna ocasión sin venir a cuento y después se ha dado cuenta de que la ha cagado?

Todos tenemos que ir a una, manifestándonos, quejándonos y, cuando nos encontremos a un político abochornándolo educadamente pero que él y los que están a su alrededor se enteren y se den cuenta de que estamos hasta los cojones.

Cuando sea la hora de hacer huelga, aunque nos duela el bolsillo, debemos secundarla (lo dice uno que reconoce no haber secundado las anteriores y que reconoce que se equivocó de cabo a rabo), pero cuando no sea hora de huelga tenemos que partirnos la cara en nuestro trabajo para demostrar que ese argumento que tanto traen y llevan de falta de competitividad, poco rendimiento y demás mentiras no son por consecuencia nuestra sino porque son ellos los que no son competitivos, los que no invierten en mejoras y los que no dotan de los medios necesarios para el trabajo.

Y cuando toque salir a la calle, si no lo tenemos claro, pensemos en que hemos tenido que dejar de hacer por culpa de los recortes, de que se ha privado nuestros hijos (un juguete, unas vacaciones, un helado...), o de que se van a tener que privar nuestros mayores, y no tan mayores (una aspirina, un atibiótico, una cama de hospital...).

Si necesitamos una excusa, un aliciente, un empujoncito para luchar, solo tenemos que recordar el último telediario que vimos, el último periódico que leímos o el último blog que visitamos.

Pero una cosa está clara, nuestra mentalidad ha de cambiar, y ha de hacerlo ya, tenemos que sacar ese valor que nos falta de donde sea, y el mejor lugar para encontrarlo está en el grupo (fijaos en los mineros), porque si no lo hacemos ya, quizás mañana sea demasiado tarde.

...Muy buenas...

2 comentarios:

  1. Muy buen post. Me parece que la gente no es plenamente consciente de cuanto daño no estan haciendo y los años que pasaremos penurias si no salimos a las calles a reclamar lo que es nuestro. Hay que empezar a echar políticos y cerrar diputaciones autonomias y demas mierdas.
    Ya esta bien #EmpiezaLaRevolución

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    1. No solo eso, lo importante es la unión de todos los trabajadores y no secundar la estrategia del gobierno de enfrentar en unos con otros.

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