martes, 21 de agosto de 2012

MAL DE MUCHOS CONSUELO DE TONTOS


Ante que nada quiero avisar de que este post puede resultar molesto a algunas personas y puede dar una imagen sobre mi de ser un tipo prepotente, cosa que considero no es así. No es mi intención, pero de alguna forma me tengo que desahogar, porque estoy ya un poco cansado de esa hipocresía, demagogia y sobre todo mala leche de barrio que se respira donde vivo y que cada día me hace desear más hacer las maletas e irme aunque sea al pueblo de al lado.

En estos tiempos de crisis, ya he comentado en alguna otra ocasión que a los que nos gobiernan les interesa que se  produzca el enfrentamiento entre la población. Evidentemente no me refiero a que se lien a palos, o algo peor, unos con otros, ni mucho menos. A lo que me vengo a referir es a que buscan crear el suficiente malestar para provocar el enfrentamiento dialéctico.

Un claro ejemplo es la criminalización que desde los más diversos sectores políticos y empresariales se viene haciendo de la imagen del empleado público, ya sea personal laboral o funcionario. 

Desde estos sectores se nos pintan (si, yo soy personal laboral de una empresa pública) como flojos, corruptos y vividores, como si lo propio en nuestra jornada laboral fuese fichar e irnos a tomar el café hasta que llegue la hora de la cervecita.

Ahora, muchos hacen suya esa arma arrojadiza que es enfrentar al empleado público con el empleado del sector privado o con el desempleado.

Ahora es justo que a un empleado público, con titulación del grupo B (o A2), con un sueldo que oscila entre 1700 y 2000 euros, con disponibilidad horaria (incluida en el sueldo), se le reduzca el sueldo porque claro cobrar esas cantidades es poco menos que robar.

Resulta curioso leer comentarios al respecto de personas que, escondidas en el anonimato, aplauden estas medidas e incluso abogan porque la bajada de salario sea todavía mayor; y lo que es más lamentable es que abogan por el despido.

En otras ocasiones, salen del anonimato y dan si opinión abiertamente (valientes ellos, no voy a negarlo), entonces es cuando, al conocer a la persona se me vienen a la mente algunas reflexiones que por prudencia y por evitar cosas peores a la vista de la tensión del ambiente me callo en ese momento.

Esa persona que critica abiertamente trabajaba en la construcción y ahora está desempleada. Antes gastaba coches de alta gama para él y su señora, ahora no lo se. Esa persona vivía en una casa de 200 m² y tenía un apartamento en la costa. Esa persona ganaba miles de euros en dinero negro que no declaraba y pagaba las horas a sus trabajadores en B. Esa persona siempre intentaba no facturar para ahorrarse el IVA y pagar menos impuestos.

Y ahora, esa persona, desempleada desde hace más e 1 año (y que conste que yo no me alegro) me quiere dar a mi lecciones de ética y moralidad.

Cuando esa persona ganaba y estafaba miles de euros cada mes, este que escribe ganaba lo mismo que gana ahora (bajadas de sueldo aparte)

Cuando esa persona tenía una casa en el pueblo, este que escribe tenía (y tiene) un piso de 70 m²

Cuando esa persona se iba todo el verano a su apartamento en la playa, este que escribe se apuntaba a las ofertas de última hora para estar una semana en la playa, y no todos los años.

Cuando esa persona tenía coches de alta gama, este que escribe tenía un Renault de km0.

Cuando esa persona trabajaba sin facturar para ahorrarse el IVA y demás impuestos, este que escribe le pagaba a hacienda cada mes (y afortunadamente lo sigo haciendo).

Cuando esa persona le pagaba comidas a la gente en los mejores restaurantes, este que escribe comía en un McDonall o en una bar de barrio (buenos pinchos que tenía) algunos fines de semana para salir de casa con la familia, ahora ni eso hace.

Que no me venga ahora ese señor o los que son como él a pedirme explicaciones de porque las cosas son así.  Que no me venga ese señor ahora aplaudiendo los recortes a los trabajadores públicos con la cancioncilla de que ganamos demasiado.

Quizás, las explicaciones las tenga que dar ese señor a Hacienda y a la Seguridad Social, pero claro, eso no lo dice él.

Yo no he hecho nada para que él se vea así, no he vivido por encima de mis posibilidades, no he querido aparentar lo que no soy, no he estafado impuestos, sin embargo él si lo ha hecho y ahora él y yo tenemos que pagar las consecuencias.

Y lo peor es que me tengo que joder.

...Muy buenas...

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