jueves, 6 de septiembre de 2012

SOBRE LA VIVIENDA

Curiosamente, uno de los problemas que han tenido muchos españoles es poder acceder a una vivienda digna; y como todos sabemos no es porque no exista oferta, sino porque la misma queda fuera del alcance de la mayoría. Lejos quedan aquellos tiempos en los que los bancos "regalaban" el dinero en forma de hipotecas a cualquiera y hasta los animaban a pedir un poquito más para poder amueblar el pisito o, por que no, estrenar coche.

A día de hoy, muchos de esos pisitos, totalmente amueblados han vuelto a las manos de los bancos y se encuentran compuestos y sin dueño, a pesar de que existen miles de españoles que desean y precisan una vivienda para poder formar una familia y poder vivir dignamente.

Sin entrar en jugadas económico - políticas que, en contra de la ley de la oferta y la demanda, hacen que un bien suba de precio incluso contra las tendencias lógicas (esto es provocado por la especulación galopante a la que nos han sometido en España), existen vías bastante sencillas, a priori,  para resolver este sustancial problema que es el acceso a la vivienda. Evidentemente, no soy un conocedor a fondo de estas cuestiones, aunque tampoco lo desconozco por completo. La base de este post se centra en opiniones personales tras leer otros artículos sobre este tema y mis propias ideas sobre el mismo.

Y curiosamente, ninguna de esas vías pasa por quitar a los bancos lo "que es suyo". Por mi que se desayunen, almuercen y cenen ladrillos los dueños de los bancos y los directores de sus oficinas. No va por ese camino el planteamiento que se me viene a la mente, aunque es evidente que llegará el momento en que habrá que adoptar alguna medida con ese stock de viviendas de difícil salida. Al final comento sobre este asunto.

Alemania, ese paraiso social y económico, al que parece ser que debemos parecernos tiene una política del suelo de lo más curiosa, al menos si la comparamos con la política que siguen en España un gobierno tras otro.

En Alemania, su Constitución recoge de forma expresa que cualquier ciudadano puede edificar en un terreno de su propiedad, EN CUALQUIER TERRENO. Evidentemente tendrá que cumplir unas normas y condiciones mínimas para evitar el desmadre, pero claro, ellos son alemanes. Esta medida que contempla la constitución Alemana permite a quien posea un terreno en propiedad construirse en él una vivienda. EL efecto de esto es que el precio de la vivienda en Alemania es, en proporción, mucho más contenido y razonable que en España. Nadie me podrá negar que un piso normalito en el extraradio de un pueblo de mala muerte como es en el que residimos mi familia y yo pueda llegar costar 21 millones de las antiguas pesetas cuando a mi, en el año 99 me costó "solo" 7,5 millones. Uso este ejemplo porque el mismo es completamente real y el periodo de tiempo por el cual me llegaron a ofrecer los 21 millones fue de 4 años. En 4 años se triplicó el precio de mi vivienda....increible.

Pero bueno, a la medida que me venia a referir en los párrafos anteriores no es otra que comenzar a liberalizar el suelo, es decir, copiar de verdad la forma de actuar de Alemania y quitar ese monopolio que la Ley del Suelo otorga a las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos. Monopolio que ha demostrado ser una fuente de corruptelas y chanchullos en todas las administraciones (una rápida búsqueda usando el término "corrupción urbanística españa" dará una clara visión de lo que digo.)

La liberalización del suelo (adecuadamente ordenada por el Estado, nunca por administraciones inferiores) tendría, a priori, algunas consecuencias de lo más beneficiones, tales como:

  • Sensible abaratamiento del precio del suelo.
  • Terminar en una importante medida con la corrupción y la especulación.
  • Facilitar el acceso a la vivienda.
Abaratamiento del precio del suelo
Es una consecuencia evidente de una liberalización del suelo. Si ya no tienes que esperar una recalificación de los terrenos para poder construir, ordenadamente, tu vivienda, resulta evidente que el precio se reducirá enormemente debido a que se reducirá la demanda de suelo y además aumentará tremendamente la oferta.

Terminar con la corrupción y especulación
Cuando las administraciones autonómicas y locales pierdan sus competencias en materia de ordenación del suelo, es evidente que se perderán muchísimas de las puertas por las que la corrupción se cuela en estas administraciones.


Está claro que siempre podrá existir corrupción en la administración central, pero solo será cuestión de controlar una puerta, no las miles de puertas que existen actualmente si sumamos las de Comunidades y Ayuntamientos.

Facilitar el acceso a la vivienda
Esta consecuencia viene de la mano de la primera. Un abaratamiento del precio del suelo supondrá que evidentemente, más personas podrán acceder.


Por cierto, acceso a la vivienda que ya recoge nuestra Constitución (ese libro lleno de hojas de papel mojado) como uno de los derechos fundamentales en su artículo 47, que dice, textualmente: Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinente para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo al INTERES GENERAL para impedir la especulación.

Por otra parte, la propia liberalización del suelo permitirá que miles de personas que poseen suelo propio y que con la actual Ley del Suelo no pueden edificar, podrán construirse una vivienda (como he dicho antes debidamente regulado) sin tener que pasar por el aro de un promotor corrupto o de una administración abusiva.

Este proceso tiene un gran problema para poder llevarse a cabo, que no es otro que la falta de voluntad política para desarrollarlo. Dudo mucho que la casta política que sufrimos hoy día los españoles tenga los arrestos necesarios para quitar a sus compañeros de las autonomías o de los ayuntamientos sus competencias en esta materia, máxime cuando a día de hoy, este control supone una de las principales fuentes de ingresos de las mismas (fuente de ingresos venida a menos tras la explosión de la burbuja del ladrillo).

Posiblemente, iniciar este proceso fuera un importante paso para paliar una de las necesidades (junto a uun trabajo digno) que a día de hoy reclaman los españoles que es el acceso a la vivienda, acceso a la vivienda que una vez puesto en marcha tendría también sus repercusiones en el desempleo, ya que se reactivaría la construcción sin que, creo, llegase a producirse nuevamente el abuso que nos ha llevado a esta burbuja y que nos ha estallado en la cara, a pesar de que muchos ya lo dijeron hace bastantes años, cuando todavía, los políticos, hubiesen estado a tiempo de evitar esto.

Lo que escribo, salvando los matices que se puedan hacer por mi desconocimiento, no debe ser ninguna locura cuando la propia Comisión Nacional de la Competencia urge al gobierno a iniciar un proceso de liberalización del suelo (podéis leerlo AQUI), y digo yo, que estos si entenderá del tema bastante en profundidad.

Por otra parte, los bancos, "nuestros amigos", quedarían con un enorme stock de viviendas colgadas que, como mal menor, podrían alquilar a precios razonables, con lo cual las pérdidas que pudiesen acumular las podrían ir cubriendo a años vista...ni más ni menos que como si de una hipoteca se tratase.

Da la impresión que, desde mi humilde punto de vista, nadie pierde, bueno, miento, pierden los políticos corruptos (casi todos) y pierden los especuladores, pero creo que a pocos les importaría que a esta gentuza así les dieran una buena dosis de su propia medicina.

...Muy buenas...

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