TRABAJO, FAMILIA Y AMIGOS...DE LA FAMILIA

A pesar de que mi trabajo "aún" me gusta, cada día me resulta más ingrato desarrollarlo. Parte de mi trabajo consiste en informar peticiones que realizan terceros sobre temas de lo más diverso; unas veces el informe resulta de acuerdo con lo reclama la persona y otras veces no.

Cuando todo es a favor no hay problema, soy el mejor, el más bueno y a muchos les falta ponerme un altar, las cosas como son. Todo cambia cuando el resultado de mi informe no coincide con la opinión de la persona de turno, entonces es cuando empiezan los problemas. Esto, es algo de lo más normal en mi trabajo y ya llevo muchos años conviviendo con ellos. Pero parece que la gente cada vez está menos dispuesta a asumir el resultado de un informe técnico que, en el 99% de los casos se apoya en unas normas que son de obligado cumplimiento.

En estos casos, en los que choco con los intereses del personaje de turno me encuentro en muchas ocasiones que ese fulano se va en busca de mi jefe y claro, el jefe no quiere que le duela la cabeza por nada (ellos cobran por su bonita cara, nada mas). Entonces el jefe me llama y ME ORDENA hacer lo que quiere el fulano...lógicamente, donde manda patrón no manda marinero, pero eso si, que el patrón me de la orden por escrito que después gustan de echar el culo fuera.

Lo que no soporto y hoy (ayer) se ha colmado el vaso es que mi propio padre sea quien se moleste porque un informe no le gusta a uno de sus "protegidos" y al enterarse me llame para reprocharme que dicen, comentan, hablan sobre mi de que si soy de esta forma o de aquella. Como si a mi me importase lo que hablan de mi con motivo de mi trabajo. Señores, haber si se enteran, duermo perfectamente todas las noches, con la conciencia muy tranquila de hacer las cosas lo mejor que puedo y se.

Así que papá, si no te gusta el informe ajo y agua y a tu amigo del alma, del que tiene la desfachatez de decirme que es como si fuera un hijo que le den por el culo, y cuanto más mejor.